COMPAÑEROS

Semana Cultural de la peña carnavalesca
Noche de 'aragonismo' y coplas de mostrador en Los Caperucitos

Noches sevillanas con sones gaditanos. Es el plan que muchos han elegido para pasar el primer fin de semana del otoño entre acordes de pasodoble y quejios de ‘vellito’, como se suele decir en el argot carnavalero. Pero, en el arte de las coplas, bien por su experiencia o bien por su don de letras y palabras, tienen mucho que decir sobre el carnaval y todo lo que le rodea. Es el caso de "Coplas de Mostrador" que ayer formó parte del cartel de lujo del rincón más gaditano de Sevilla, la Peña Carnavalesca ‘Los Caperucitos’, que celebra estos días su IV Semana Cultural. Sólos ante el peligro y acompañado de una guitarra se plantaron en el escenario con la libertad y la autenticidad que tanto pregonan en sus coplas, para hacerlo en la segunda ciudad con más vocación por este patrimonio después de la madre de la fiesta, Cádiz. Y es que, la noche estuvo más que entretenida y el público recibió con gusto a el trío carnavalero que, aunque acaba prácticamente de nacer, era muy esperado. Sobre todo por la popularidad de uno de sus componentes, Ramoni, un nombre muy codeado entre quienes escuchan y ven carnaval que ahora ha sabido rodearse de Lore y el Gran Visir, otros dos componentes de la comparsa del Puerto de Santa María, uno de los grupos que figuran en su curriculum. El resultado es un entretenido y vivaracho grupo que se hace llamar ‘Coplas de mostrador’.Este nombre tiene su explicación y ellos mismos se encargaron de exponerla ante los presentes. Y es que, lo de ‘mostrador’ tiene mucho de gaditanismo puro y cantes improvisados en las barras de los bares, allí donde se canta a diario a capela y bajo la única melodía que da el golpe de los nudillos. Son los mostradores de La Viña, del barrio, de pellizco. Para muchos, aquí es donde se hace el carnaval más auténtico y, por ello, este trío musical ha querido rescatar esa esencia ‘mascaita’ de las coplas, huyendo de sofisticaciones musicales, letras forzadas que no se vocalizan bien e historias que la gente no logra escuchar con claridad. Por el contrario, ellos presentan un repertorio llano, cercano y 'cantaíto' con mucho gusto que no tardó en arrancar los aplauso de un público que, además de oír la presentación de ‘Voces negras’ o los pasodobles de ‘Robot’ y ‘Mi Cai chiquito’, pudo también reír con los chistes, ‘pamplinas gaditanas’ y parodias que interpretaron. Eso sí, siempre muy cerca de la gente. Tanto es así que incluso salvaron la distancia del escenario y se mezclaron entre los presentes para cantar cómicamente a una paleta de jamón gastada, o dedicar un sentido pasodoble a todas las mujeres madres que había en el local Los Caperucitos

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